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Realza tu estilo con estos delicados pendientes de flor burdeos de Ikita. Su diseño vintage en metal dorado envejecido y su tamaño perfecto de 1 cm de diámetro los convierten en un accesorio refinado para todos tus atuendos. El cierre de presión asegura una sujeción óptima durante todo el día.
Estas joyas artesanales combinan elegancia atemporal y practicidad diaria, perfectas para añadir un toque sofisticado tanto a tus looks casuales como a los más elegantes.
Estos pendientes de flor encarnan la elegancia vintage con su acabado en metal dorado envejecido. Su delicada forma floral, realzada con un profundo tono burdeos, aporta un toque de sofisticación a cada atuendo. Con su diámetro perfectamente estudiado de 1 cm, estas joyas de la colección Ikita se adaptan tanto a un estilo cotidiano como a una ocasión especial. El meticuloso acabado artesanal revela la atención al detalle característica de la marca.
El sistema de cierre de mariposa ha sido especialmente elegido para combinar seguridad y facilidad de uso. Este cierre profesional garantiza una sujeción óptima de tus pendientes, permitiéndote llevarlos con confianza de la mañana a la noche. El metal utilizado es hipoalergénico, asegurando un confort óptimo incluso para pieles sensibles.
El diseño en metal dorado envejecido no es solo estético, también garantiza una excelente resistencia al desgaste diario. Cada par se somete a rigurosos controles de calidad para asegurar su longevidad. El tratamiento especial de la superficie protege el color burdeos y el acabado dorado, preservando su brillo original con el paso del tiempo.
Estos pendientes vintage se distinguen por su capacidad de armonizar con diferentes estilos de vestir. Realzan tanto un traje profesional como un atuendo casual de fin de semana. Su diseño atemporal trasciende las tendencias pasajeras, convirtiéndolos en una inversión inteligente para tu colección de joyas.
Para preservar la belleza de tus pendientes, bastan unos simples gestos:
Estas joyas artesanales se inspiran en creaciones vintage mientras incorporan un toque contemporáneo. La elección de la flor como motivo central no es casual: simboliza la elegancia natural y atemporal. El profundo tono burdeos recuerda a las piedras preciosas antiguas, mientras que el acabado dorado envejecido evoca el encanto de las joyas de antaño. Cada par cuenta una historia única, la de un saber hacer artesanal preservado y reinventado.